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El ministerio cristiano 'Health Share' dejó a los miembros con millones en reclamos médicos impagos

Por Steve Rabey
healthcare health care fraud dollars
A federal court found Aliera, a Christian health share company, marketed sham policies as insurance alternatives and fraudulently made "exorbitant profits." (Photo: Alexander Mils / Unsplash)

Aliera, una compañía ahora desaparecida de costos compartidos de atención médica, o “compartir la salud”, fundada por un hombre que estuvo en prisión por fraude y perjurio, ha sido en sí misma encontrado culpable de fraude en una demanda colectiva federal.

El 29 de noviembre, el Tribunal de Distrito de EE. UU. en Kentucky dictó sentencias por casi $4,7 millones contra la empresa, que se declaró en quiebra en julio después de enfrentarse a numerosas demandas, investigaciones y quejas de clientes. Los representantes de Aliera no se presentaron a múltiples fechas en la corte.

“Desde que comenzamos a trabajar con las víctimas de este fraude hace dos años, hemos tenido dos objetivos: acabar con el fraude y obtener compensación para sus víctimas”, dijo el abogado Jay Varellas. “Con la quiebra de Trinity, el fraude ya terminó y centraremos nuestra atención en recuperar fondos para compensar a quienes fueron víctimas”.

“Aliera y sus socios se han aprovechado de cientos de habitantes de Kentucky, muchos de los cuales confiaron en la empresa porque profesaba creencias cristianas”, dijo el abogado Jay Prather.

MinistryWatch tiene informó sobre Aliera Healthcare —que opera Trinity Healthshare— desde 2019. Estos informes reflejaron una creciente coro de quejas y demandas contra grupos de acciones de salud en 2020. A principios de este año, MinistryWatch informó sobre los bancarrota y brochetas del comediante John Oliver.

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Algunos 1,5 millones de estadounidenses elija atención médica económica provista por más de 100 ministerios de salud compartidos reconocidos por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., la mayoría de ellos organizaciones cristianas sin fines de lucro, según Alliance of Health Care Sharing Ministries, un grupo de defensa fundado por dos de los más grandes proveedores, Samaritan Ministries International de Illinois y Christian Care Ministry de Florida.

Los ministerios no ofrecen seguros, sino que prometen que las facturas de los miembros se pagarán con las donaciones de otros miembros. Pero la industria no está regulada y los proveedores están luchando para que siga así, lo que genera problemas para los consumidores y desafíos para los estados y el gobierno federal.

en línea Preguntas más frecuentes, The Alliance of Health Care Sharing Ministries ofrece las siguientes preguntas y respuestas:

P: ¿Puedo confiarle a Health Care Sharing Ministries mis facturas médicas?

R: Desde la década de 1980, Health Care Sharing Ministries ha compartido 100% de gastos médicos elegibles para sus miembros.

La alianza ha defendido la libertad de regulación de la industria como un tema de libertad religiosa, afirmando que los esfuerzos del gobierno para controlar la industria son en realidad esfuerzos "para negar a los cristianos y otros estadounidenses religiosos la capacidad de elegir una atención médica que coincida con sus creencias y sus presupuestos".

Aliera, que comercializó "pólizas falsas" con una variedad de nombres a lo largo de los años, incluidos Trinity, OneShare Health y Sharity, "obtuvo ganancias exorbitantes" al negarse a pagar las reclamaciones y, en cambio, retuvo 84% de las donaciones de los clientes, en violación de los requisitos federales. Sus problemas han sacudido a toda la industria de acciones de salud y han dado lugar a desafíos legales y otros problemas en numerosos estados.

El caso federal contra Aliera en Kentucky, que continuará con cargos adicionales que se abordarán en el futuro, es solo una parte de los problemas que enfrenta la empresa. Todavía enfrenta cargos en otros lugares que se plantearon antes de que se declarara en bancarrota.

A demanda federal presentado en Atlanta en 2020 afirmó que Aliera ejecutó un plan para generar ingresos mientras evitaba las leyes de seguros estatales y federales.

Departamento de Servicios Financieros de Nueva York ha alegado Aliera participó en actividades fraudulentas e ilegales de seguros de salud en ese estado. Un comunicado dijo que después de declararse en bancarrota, Aliera “renunció a sus miembros actuales y afirmó que no tenía la obligación de pagar los reclamos médicos de los miembros, dejando millones de dólares en reclamos pendientes. … Ahora, Aliera y Trinity están utilizando la declaración de bancarrota de Trinity como un escudo para no ser considerados responsables de violar la ley y pagar los reembolsos médicos adeudados a los consumidores”.

En julio, Iowa anunció que los clientes estatales estafados por Aliera podrían solicitar un reembolso de $90,000 en fondos de liquidación que Aliera debía pagar. “Al igual que con cualquier tipo de decisión de cobertura de atención médica, recomendamos encarecidamente a los consumidores que tengan mucho cuidado al revisar la información y los materiales de marketing para asegurarse de que obtienen lo que están pagando”, dijo un portavoz estatal.

El fiscal general de Texas también presentó una demanda contra Aliera.

Y los funcionarios de un hospital de Kansas anunciaron en noviembre que ya no acepta planes de acciones de salud como medio de pago, diciendo que "la naturaleza fluida de este tipo de programas... crea desafíos en el procesamiento y el seguimiento de la documentación". El cambio es un desafío para los titulares de pólizas de acciones de salud.

“Los pacientes que participen en cualquiera de los planes de acciones de salud disponibles en el mercado ahora se considerarán no asegurados y, por lo tanto, se espera que paguen en el momento en que se brinden los servicios”.

Mientras tanto, los ministerios de acciones de salud continúan comercializando sus servicios a los consumidores cristianos que pueden no saber nada sobre los problemas de la industria y los desafíos legales.

Una gira de 2022 de los actos de música cristiana Newsboys, Danny Gokey y Mac Powell está financiada en parte por Altrua Ministries, un ministerio de acciones de salud con sede en Austin que comercializa sus planes con este reclamo inusual: “Somos un ministerio único de intercambio de atención médica que no requiere que un pastor, anciano o representante de una iglesia local firme un reconocimiento que verifique la asistencia a la iglesia o la validación de las necesidades médicas que se envían a los miembros para compartir”.

Altrua dice que también “asigna las donaciones de individuos, familias y corporaciones con el fin de apoyar financieramente a varias organizaciones benéficas y religiosas y la investigación y el desarrollo de curas para enfermedades que amenazan la vida”.

Una página de Better Business Bureau enumera casi una docena denuncias contra Altrua, algunos de los cuales se resolvieron después de que los consumidores presentaran quejas ante el BBB.

Y con sede en Arizona Solidarity HealthShare, que dice que su plan está "basado en la doctrina social y moral de la Iglesia Católica", emitió un comunicado de prensa en noviembre afirmando que era el "primer ministerio de salud compartida en ofrecer una distribución integral de recetas" en "más de 65,000 farmacias".

Esta pieza apareció por primera vez en Vigilancia del Ministerio.

Steve RabeySteve Rabey es un autor y periodista veterano que ha publicado más de 50 libros y 2000 artículos sobre religión, espiritualidad y cultura. Fue instructor en los seminarios Fuller y Denver y en la Academia de la Fuerza Aérea de EE. UU.

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7 Respuestas

  1. We have been a part of 2 different sharing programs and they have been excellent, with superb customer service. We loved being able to be personally in touch with those who had needs, sending cards, etc. Please do not paint all of them with the same brush. God’s people taking care of one another was the most satisfying experience we could have medically.

    1. Our family used a medical sharing for about a year too. As long as you don’t mind investing considerable time negotiating prices with providers, that program worked. We also had to pay for a surgery up front, but fortunately, got reimbursed. It was a bit stressful, but the plan eventually delivered.

      1. We were with Christian Care Medi-Share and switched to Samaritan Ministries because of the cost. I had surgery with Medi-Share, and they paid everything but my small deductible. Out of pocket expenses are very minimal. We never had a need with Samaritan, but had a friend who had a widow-maker heart attack and they paid absolutely everything. He didn’t have to pay anything up front, as he worked with the hospital. Samaritan’s turnaround WAS 30 days, which is unheard of in the insurance business almost. We switched to Medicare and a supplement when we turned 65. I hate it, but supposed to cover everything. It’s more expensive. Thankfully we’re healthy, but life changes.

  2. We’ve been Samaritan members for more than 5 years and have had no complaints. It does require a bit more up-front work, and you definitely want to know what is and is not covered to set proper expectations.

    I felt “scammed” by Blue Cross Blue Shield with annual plan changes, extreme premiums, poor coverage, and having to pay for 1.5 months of double coverage due to inflexibility with healthcare.gov., and was glad to be able to kick them to the curb. Regulation doesn’t necessarily provide much consumer protection, and it does limit flexibility and typically increases compliance costs.

    I would definitely be wary of sharing ministries with a short history or strange claims like some of the ones highlighted in this article.

  3. We are with Christian Healthcare Ministries and are now, unfortunately, having to put it to the test with a cancer diagnosis. In the past, we gave been adequately compensated for health issues. And the customer service is excellent.

    That said, it requires all the work to be done on your end. You have to have the ability to pay up (or put down deposits), chase after the types of bills needed for submission, and frankly, endure the sad nods of the head when you tell doctors offices you’re uninsured (I prefer the term “self-pay”).

    I’d prefer real insurance because it would make it all infinitely easier navigating the health care maze. But we were self-employed and/or working where insurance wasn’t offered, so there wasn’t much choice.

    But if you have the energy to stay on top of things, it’s very cost-effective.

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